miércoles, 10 de agosto de 2011

Las coincidencias

                                          LAS COSAS Y LAS PALABRAS

Ya de chico se daba cuenta de que las palabras coincidían con las cosas, roce coincidía con frotar, gladiolo con la flor, la palabra escorpión con el bicho verdadero. Pensaba también que las palabras salvan o hunden, y que el vocablo maremoto era casi tan amenazador como un verdadero movimiento de aguas. Lo maravilloso era que en otros idiomas las palabras eran distintas pero también coincidían, al menos la que él conocía: chair sonaba como silla, monsieur como un señor mesurado. Buscó una explicación a esto, y se le ocurrió que las coincidencias se debían a que las cosas en el mundo son maleables y se adaptan a las palabras, en cualquier idioma.
Recordó a un señor que trabajaba en la Oficina de Riego en la provincia de Río Negro, y aunque era auxiliar administrativo decía que su trabajo era de riesgo. Le bastaba el cambio de una sola letra para hacer del riego un riesgo, y sentado en el escritorio, moviendo papeles, su vida entraba en una zona de peligro.-

                                                      Sergio Waxman

Sergio Waxman (Bs. As 1941) Escritor, Psicólogo. Publicó el libro de relatos "Hacer el bien y otros males" Ed. Letra Viva (2008), y artículos como "La voz y el significante" (2001) y "¿Psicoanálisis para el pueblo?" (2002), entre otros.

Twitter:@quiquedelucio

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